Aviñon / Avignon
Avignon fue fundada a mitad del siglo VI a.C. en torno a la colina que aún domina la ciudad: la Rocher des Doms. Los momentos más importas de línea temporal están marcados por la religión. Ya que es conocida como la «ciudad de los papas», Aviñón ha conservado sus murallas y su casco histórico, que se compone del Palacio de los Papas, el Conjunto Episcopal y el Puente de Aviñón.
En el siglo IV se establece la Diócesis de Aviñón (ascendida a Archidiócesis en 1475), una institución que alcanzaría enorme protagonismo en la etapa del Papado de Aviñón (1309 – 1377), durante el cual siete papas residieron allí para evitar la inseguridad y turbulencias que vivía Roma en esos tiempos. también puede decirse que se hallaban en el lugar ideal para dirigir una institución que no era romana, ni italiana y ni siquiera mediterránea, sino europea. Este periodo, además, desembocó en el famoso Cisma de Occidente (1378 – 1417), época en la que dos papas («antipapas», en realidad) reclamaron el sumo pontificado desde Aviñón.
El palacio de los papas, fortaleza de apariencia austera, suntuosamente decorada en su interior por Simone Martini y Matteo Giovanetti, domina la ciudad, su cinturón de murallas y los vestigios de un puente del siglo XII sobre el Ródano.
La arquitectura gótica, el Palacio Pequeño y la catedral románica Notre-Dame-des-Doms acaban formando un excepcional conjunto monumental que es testigo del eminente papel desempeñado por Aviñón en la Europa cristiana del siglo XIV.
El centro histórico está rodeado por murallas del siglo XIV y cuenta con 39 torres y 7 puertas principales. El Palacio de los Papas es uno de los edificios más magníficos de la arquitectura gótica del siglo XIV. Es esencialmente obra de dos soberanos pontífices: al norte, el Palacio Antiguo, más austero, fue edificado bajo el reinado de Benedicto XII; al sur, el Palacio Nuevo fue erigido por su sucesor Clemente VI. El Palacio Antiguo está adornado con preciosos frescos religiosos realizados por artistas italianos y franceses. La capilla pontificia, con una longitud de 52 m, desnuda de cualquier decoración, se encuentra en el Palacio Nuevo. El Palacio Pequeño, la antigua residencia de los arzobispos (siglos XIV-XV) alberga una excepcional colección de pinturas de primitivos italianos y de la Escuela de Aviñón.
Aviñón fue edificada en un codo del Ródano, cuyas crecidas dificultan la navegación. Por tal motivo la construcción del puente de Saint Bénézet (1177-1185) respondía al desarrollo del tráfico de mercancías por el río, especialmente entre Arles y Lyon. A partir de la Edad Media, la obra es utilizada por mercaderes y peregrinos que se dirigen a Italia y España. Transformado en puesto fronterizo entre el Estado pontificio y el Reino de Francia, fue destruido numerosas veces por el río, y reconstruido.
Cuentan las historias populares que al parecer, su construcción fue inspirada por nada más y nada menos que San Bénézet (de ahí su otro nombre). Se trataba de un joven pastor de la zona, al que los ángeles ordenaron construir un puente sobre el río. En principio se ridiculizó apoyo que necesitaba por parte de los mecenas. De ahí que se creara una Hermandad del Puente para poder llevar a cabo esta construcción.
De hecho, tras la muerte de San Bénézet, se decidió enterrarlo en ese mismo puente, en una pequeña capilla que se encuentra en una de las pilastras que sobrevivieron al paso del tiempo. Este puente, cuyo objetivo era cruzar el río Ródano, se construyó entre los años 1171 y 1185, con una longitud de casi 900 metros. El puente que en principio fue de madera luego se construyó en piedra debido a enfrentamientos bélicos y las crecidas del río. Finalmente, tras la histórica crecida del río Ródano en el año 1660, el puente quedó tal y como lo conocemos en la actualidad. No solamente quedó abandonado, sino que dejaron de interesarse en restaurarlo.
Restablecido el Papado de Roma, Aviñón perdió importancia como centro religioso, pero continuó perteneciendo al Vaticano hasta 1793, cuando se unió a la naciente Republique française en el contexto de la Revolución francesa. Hoy en día Aviñón alberga más de 90.000 habitantes y recibe cada año a unos 4 millones de turistas, atraídos por su rico patrimonio (con mención especial para el Palacio de los Papas) y por el prestigioso Festival de Aviñón de artes escénicas.
El Festival de Aviñón es uno de los mayores actos internacionales del espectáculo vivo contemporáneo, recibiendo cada año, en julio, un amplio público de todas las generaciones, en torno a cerca de cuarenta obras de teatro, de danza y también de artes plásticas o de música.
Al recorrer sus calles es foro a cielo abierto donde se habla de espectáculos, con epicentro en el Patio de honor del Palacio de los papas, donde se puso en escena La Tragedia del rey Ricardo II de Shakespeare, por Jean Vilar, en su I edición del Festival, Aviñón se transforma año tras año, durante un mes, en ciudad-teatro, realizando una metamorfosis de su rico patrimonio arquitectónico en lugares de representación, majestuosos y sorprendentes. Además de la programación oficial, el Festival OFF de Aviñón permite también la participación de cerca de mil compañías, en un centenar de lugares.
Esta ciudad tiene la particularidad de atravesar el tiempo y a la vez mostrar su patrimonio no solo arquitectónico sino que también cultural. Su festival anual esta presente en cada esquina de esta hermosa ciudad.